QUE DEBE HACER LA OPOSICION
Particularmente en los últimos meses han
aumentado en frecuencia e intensidad diferencias y enfrentamientos verbales
entre distintos integrantes de Juntos por el Cambio.
Es así que la opinión pública y el
periodismo afín han reclamado evitar desencuentros y, en cambio, exponer de manera clara un
programa de gobierno frente a un probable triunfo en las elecciones del año
próximo.
Hasta el momento Juntos por el Cambio no
ha hecho público un plan explícito de medidas conducentes a la resolución de
los acuciantes problemas que nos aquejan, más bien ha responsabilizado a Massa
por el armado de un plan destinado a dejarles una bomba lista para estallar.
Pero aquellos existen y exigen tomar
medidas que no pueden dilatarse.. Hay particularmente dos prioritarios y que
son las caras de una misma moneda: una inflación fuera de control y el déficit
fiscal.
Es determinante una reducción del gasto
público. En primer lugar afectando a los sueldos de los funcionarios y la clase
política ( en un país con la mitad de la población sumida en la pobreza y la
indigencia no es posible que un
embajador gane u$s 17.000 por mes tal como se ha difundido recientemente ) y el
mismo criterio debiera aplicarse a elevadas remuneraciones de diputados,
senadores y distintos funcionarios públicos de diversos estamentos estatales.
Es cierto que esto no resolvería para
nada un gasto público monumental pero sin un ejemplo de civismo no es posible
imponer al ciudadano de a pie sacrificio alguno.
Además urge una acción decidida en
referencia a empresas estatales tales como Aerolíneas Argentinas, Aysa,
Ferrocarriles o Correos que representan una carga insostenible para un Tesoro
exhausto. Lo mismo rige para la necesidad
de una reforma de la coparticipación.: muchas provincias se han transformado en
feudos dependientes del gobierno central incapaces de incrementar la actividad
privada abusando desvergonzadamente del clientelismo político.
Igualmente no resultará fácil una
reducción del gasto si no es posible una disminución del número de empleados públicos no solamente
en el ámbito nacional sino en áreas críticas como las provincias o los
municipios o un cuidadoso manejo en la administración de planes sociales.
Es probable que las enormes dificultades
para encarar un camino de solución sean tales que, con algo de cinismo, muchos
sectores de la oposición prefieran no detallar que harán en caso de llegar al
gobierno.
Si este fuera el caso es pertinente
recordar las palabras de Winston Churchill cuando Gran Bretaña afrontaba una de
las instancias más dramáticas de su historia: “No tengo nada que ofrecer más
que sangre, esfuerzos, lágrimas y sudor”..
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