CULPA PORCI NON EST SEI CUIUS EI NUTRIT
Es una
expresión usada frecuentemente la que alude a que “donde se aprieta salta el
pus”. En la Argentina kirchnerista de hoy no es necesario apretar, el pus
sobrenada cada acción del gobierno.
El último
episodio, lamentable y doloroso por donde se lo mire, vinculado a las llamadas
vacunas VIP agrega un eslabón más a una larguísima cadena que puede resumirse
en una palabra: IMPUNIDAD.
Impunidad
para el sinnúmero de funcionarios y políticos procesados y condenados por actos
de corrupción que hoy gozan de una injustificada libertad.
Por no
hablar de miles de delincuentes comunes liberados invocando razones sanitarias
por la epidemia de Covid o por el inexplicable acortamiento de sus condenas.
Pero todo lo
anterior solo es posible por la inexistencia de un Poder Judicial
independiente, libre de la influencia de ridículas teorías garantistas o de las
presiones del poder político.
Es así que
cobra vigencia la expresión latina del encabezado que traducida significa: “La
culpa no es del chancho sino de quien le da de comer”.
En otras
palabras, en tanto y en cuanto no se cuente con una Justicia que merezca el
nombre de tal (aun cuando no es posible negar la acción de jueces y fiscales
merecedores de nuestro respeto) la
irrespirable atmósfera delictiva que nos ahoga seguirá entre nosotros.
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