miércoles, 18 de marzo de 2020


                       ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL CORONAVIRUS

Esta sorpresiva pandemia que nos afecta ocupa prácticamente la totalidad de los espacios informativos en los medios y es correcto que así sea.
Diariamente es posible observar a decenas de expertos, infectólogos, sanitaristas, médicos de otras especialidades, economistas e inclusive psicólogos aportando información en la búsqueda de arrojar luz en un tema tan complejo.
No obstante, algunos aspectos merecerían una consideración más detallada.
No se ha informado con amplitud sobre el o los métodos para detectar la presencia del virus en una muestra. Tal el caso  test de polimerasas para identificar el ARN viral en el coronavirus causante del MERS Co-V o síndrome respiratorio del Oriente Medio.
Sería necesario conocer de los mismos su sensibilidad y especificidad, esto es la tasa de falsos negativos y falsos positivos de cada uno de ellos. También de la posibilidad de errores en la recolección y transporte de las muestras.
A lo anterior habría que agregar que, hasta donde sabemos, los estudios diagnósticos se concentran en el Instituto Malbrán, de cuya idoneidad en la materia nadie duda pero que podría verse desbordado por una demanda creciente imposible de satisfacer.
Por las anteriores razones es posible pensar en la posibilidad de una subestimación en la prevalencia o en la incidencia de nuevos casos.
Hay consenso en cuanto al objetivo de reducir la dimensión del contagio para evitar el “colapso” del sistema sanitario.
Pero algo debe quedar claro: dicho colapso no debe ser referido a un insuficiente número de camas, esto puede ser solucionado de muchas maneras.
La “variable de ajuste” para evitarlo es el número de respiradores disponible tanto en el sector público como en el privado. Han desaparecido del mercado equipos de bajo costo sustituídos por otros mucho más eficientes pero infinitamente más costosos. Las autoridades nacionales, provinciales y municipales debieran informar de sus gestiones al respecto en lugar ilusoriamente de incrementar el número de camas en hospitales móviles.
Cuando la infección por coronavirus progresa a neumonía y esta a insuficiencia respiratoria grave solamente hay por el momento (ignoramos si se ha ensayado la administración de suero de convalecientes) un único tratamiento: la asistencia respiratoria mecánica. Si se carece de ella no hay otra posibilidad para el paciente.